LAS AVENTURAS DE LA NARANJA NARIGONA.
CAPÍTULO I
Érase una vez una naranja que se cayó de un árbol. Más adelante, unos niños que iban a la clase de tercero A del C.P."Flavio San Román", de Cicero la recogieron y la llevaron a su cole.
La clase de tercero A la decoró con un rotulador negro. La dibujaron ojos, pestañas, boca, orejas y pelo.
De repente, los niños se dieron cuenta de que se estaba moviendo. ¡Había cobrado vida!
Eloy y Andrés le preguntaron su nombre. La naranja contestó:
- ¡Y yo qué sé!, ¡si acabo de nacer!Y todos preguntaron al unísono: -¿Quieres que te pongamos un nombre?
- Sí, por favor.
Jaime propuso, ¿qué tal "Narizonga"?
- No, no, otro, otro...
- ¿Qué tal la "naranja Narigona"? - preguntó Celia.
La naranja exclamó:
- ¡Perfecto! Me encanta.
En ese momento, sin que nadie le preguntara, la naranja Narigona nos empezó a hablar de: ángulos, palabras compuestas, diminutivos, sustantivos, palabras polisémicas, divisiones y coss que ninguno de la clase conocía, excepto Julián.
Julián llamó a Marisa y ella dijo que la naranja era superdotada, porque sabía cosas que nadie de su edad sabia.
Mientras los niños seguían alucinados con ella, la naranja Narigona aprovechó la confusión y fue rodando escaleras abajo hasta que se encontró con el teléfono de la sala de profesores.
Laura García se dio cuenta de la ausencia de la naranja y dijo a sus compañeros que tenían que buscarla. La buscaron por todo el colegio.
Al cabo de un rato todos la encontraron llamando por teléfono.
A Santi se le ocurrió una idea: descolgar otro teléfono para escuchar lo que estaba diciendo la naranja.
Al parecer estaba llamando a la pediatra que se llamaba Idoia. Cuando se cayó del árbol se había hecho daño en la nariz. Había sido un día muy ventoso y lluvioso.
La pediatra le recomendó zumo de piña. Los niños decidieron cuidarla mucho y Esther le dio el zumo que le sobró de su cumpleaños. Pasaron unos días y la naranja se encontró mucho mejor. Se sentía muy a gusto con los niños.
Jaime propuso, ¿qué tal "Narizonga"?
- No, no, otro, otro...
- ¿Qué tal la "naranja Narigona"? - preguntó Celia.
La naranja exclamó:
- ¡Perfecto! Me encanta.
En ese momento, sin que nadie le preguntara, la naranja Narigona nos empezó a hablar de: ángulos, palabras compuestas, diminutivos, sustantivos, palabras polisémicas, divisiones y coss que ninguno de la clase conocía, excepto Julián.
Julián llamó a Marisa y ella dijo que la naranja era superdotada, porque sabía cosas que nadie de su edad sabia.
Mientras los niños seguían alucinados con ella, la naranja Narigona aprovechó la confusión y fue rodando escaleras abajo hasta que se encontró con el teléfono de la sala de profesores.
Laura García se dio cuenta de la ausencia de la naranja y dijo a sus compañeros que tenían que buscarla. La buscaron por todo el colegio.
Al cabo de un rato todos la encontraron llamando por teléfono.
A Santi se le ocurrió una idea: descolgar otro teléfono para escuchar lo que estaba diciendo la naranja.
Al parecer estaba llamando a la pediatra que se llamaba Idoia. Cuando se cayó del árbol se había hecho daño en la nariz. Había sido un día muy ventoso y lluvioso.
La pediatra le recomendó zumo de piña. Los niños decidieron cuidarla mucho y Esther le dio el zumo que le sobró de su cumpleaños. Pasaron unos días y la naranja se encontró mucho mejor. Se sentía muy a gusto con los niños.
FIN DEL CAPÍTULO I
1 comentario:
Hola chicos de tercero de primaria, soy Patricia la profe de los niños de 3 años, y me ha encantado la historia de la naranja narigona.
Ya estaré pendiente de lo que le va pasando a la naranja narigona y estar tranquilos que si yo la veo algún día por mi clase ya os lo cuento.
Un beso naranjudo.
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